Además de ser uno de los estadios más grandes del mundo, el Estadio Municipal de Shanghai es una de las instalaciones con un diseño más interesante, gracias al techo de tejido, obra única en su género. Para las Olimpiadas de 2008 Mondo se encargó de renovar la pista de atletismo.
Entre las ciudades que albergaron pruebas deportivas en las Olimpiadas de Pekín, tuvo un papel importante la ciudad de Shanghai, donde se jugaron algunos de los partidos de fútbol del torneo olímpico. Fue una gran oportunidad para que millones de personas de todo el mundo pudiesen admirar el Estadio Municipal de Shanghai, el emblema del complejo deportivo situado en la parte suroccidental de la ciudad, una instalación utilizada, además de para los partidos de fútbol, para los meetings de atletismo y otros eventos, deportivos o de ocio. Construido en 1997, para los octavos Juegos Nacionales de la República Popular China, y con capacidad para 80.000 espectadores, es considerado uno de los estadios más grandes del mundo, el segundo de China después del Estadio Nacional de Pekín. Las Olimpiadas de 2008 fueron la ocasión perfecta para realizar una serie de trabajos de renovación, incluida la remodelación de la pista de atletismo, para la que se pidió la intervención de Mondo, que instaló una superficie Sportflex Super X Performance.
Además de por su gran tamaño, el Estadio Municipal de Shanghai sorprende por su diseño, especialmente por el techo. Mirando el edificio no puede dejar de asombrarnos la cubierta que corona la estructura, única en su género, tanto por su configuración como por su aspecto. Realizada en tejido, puede describirse como una bóveda muy ligera y translúcida en forma de silla de montar, formada por una estructura de acero con marquesina compuesta por 32 armaduras en voladizo. Formado por dos elipsis (una externa, que mide 288,4 x 274,4 m, y otra interna, de 150 x 213 m), el techo parte del extremo exterior y alcanza la apertura central oval. Su perfil sube y baja girando alrededor del campo, siguiendo el movimiento ondulado de la parte posterior de las gradas. Su geometría compleja y su forma única han representado el reto más difícil del proyecto.
Los encargados de construir la estructura del techo, utilizando la tecnología y los materiales más avanzados, fueron los estudios Weidlinger Associates y Birdair. El detalle más fascinante es el uso del tejido, ya que fue el primer techo completamente cubierto realizado en tejido que se construyó en China y, también por primera vez en el país asiático, el tejido fue utilizado como elemento arquitectónico. “Originariamente, el proyecto de construcción preveía el uso de paneles de plástico- nos comentan en Weidlinger Associates-. Logramos convencer al cliente de que el plástico no es tan resistente como el tejido y tiende a consumirse notablemente con el paso del tiempo”. El Estadio Municipal de Shanghai, el primero en construirse después de la revolución cultural, alberga la cubierta con armaduras de acero resaltantes más grande del mundo y es un ejemplo de cómo estética y funcionalidad pueden convivir en una obra arquitectónica.
“El estadio tiene un techo convexo. La larga extensión de la cubierta ofrece vistas excelentes desde todos los sitios por ambos lados, en toda la longitud del campo. El diseño es asimétrico porque alberga un hotel que permite sacar un mayor rendimiento económico al proyecto. La teatralidad y la belleza de su sistema estructural están estrechamente ligadas a su funcionalidad”, recalcan en Weidlinger Associates. Gracias a su originalidad, el proyecto fue premiado como “Mejor Arquitectura Deportiva de Shanghai” en 1998 y fue seleccionado por el “Top Ten Shanghai Classical Architecture Gold Prize” con ocasión del 50° Aniversario de la República Popular China (1999).