El Estadio Olímpico de Sydney es la instalación más grande de la historia de las Olimpiadas. Actualmente, tras una reforma, es el único estadio en el mundo capaz de albergar cinco deportes diferentes, siendo un ejemplo de cómo el diseño de alto nivel y el respeto por el medio ambiente pueden convivir felizmente.
El Stadium Australia se construyó para albergar las competiciones de las Olimpiadas y Paralimpiadas de Sydney 2000. Se encuentra en el suburbio de Homebush, en el centro del Parque Olímpico de esa ciudad australiana, y cuando fue inaugurado, gracias a sus 110.000 plazas, conquistó rápidamente el título de estadio olímpico más grande de la historia y al mismo tiempo el más grande de Australia. Se realizó respetando rigurosas normas de sostenibilidad. Baste decir que, con respecto a otros estadios olímpicos (Atenas y Pekín), se empleó menos acero.
La construcción comenzó en septiembre de 1996 y terminó apenas dos años y medio después, concretamente el 6 de marzo de 1999, momento en el que el Estadio Olímpico de Sydney albergó su primer evento deportivo, dos partidos de rugby a 13 a los que asistieron 104.583 espectadores. Desde octubre de 2001 a octubre de 2003, el Stadium Australia fue sometido a trabajos de reforma que lo transformaron en el único estadio del mundo capaz de albergar cinco deportes diferentes a nivel profesional: rugby league (13 jugadores), rugby union (15 jugadores), fútbol australiano, fútbol y críquet. A lo largo de los años también ha sido escenario de grandes eventos extradeportivos, como los conciertos de U2, Rolling Stones y AC/DC.
En octubre de 2001, un año después de que acabaran los Juegos Olímpicos, el Stadium Australia fue sometido a una remodelación que costó 80 millones de dólares australianos para reducir su capacidad a 83.500 plazas. El objetivo de la intervención era permitir la disputa en su interior de dos de los deportes preferidos por el público local, deportes que exigen que el campo sea ovalado: el críquet y el fútbol australiano. Las obras, acabadas en octubre de 2003, consistieron en la eliminación de las gradas superiores norte y sur, una solución que permitió aproximar 15 m al campo los asientos de las gradas inferiores; además, se eliminó también la pista de atletismo, lo que permitió la instalación de una grada móvil. Otros trabajos afectaron a la construcción de las cubiertas sobre las curvas remodeladas. El estadio hoy puede cambiar de forma, de rectangular a ovalada, en tan solo 12 horas, según el deporte que se deba practicar. Cuando tiene forma ovalada, las plazas quedan reducidas a 81.500.
El Stadium Australia sorprende por su diseño espectacular, empezando por la cubierta, soportada por arcos que pesan 650 toneladas y que tienen una luz de 296 metros de altura. Los 30.000 m2 de superficie del techo se proyectaron de tal modo que pudiesen “capturar” el agua de lluvia, que se almacena en cuatro depósitos colocados en el semisótano del estadio, para poder ser utilizada para regar el campo y llenar las cisternas de los baños. Otra características singular del techo, realizado en policarbonato translúcido, es la de reducir al máximo el fastidioso efecto de sombras alternadas con zonas de deslumbramiento sobre el campo, generando las condiciones perfectas para los espectadores y los telespectadores. Sin necesidad de una cúpula, que además tendría efectos desastrosos sobre el césped, el estadio logra proteger a los espectadores del sol y de la lluvia de forma eficaz.
El techo no es la única parte del estadio proyectada con la intención de reducir al máximo los consumos y el impacto ambiental. Además del circuito de agua, los arquitectos del Stadium Australia previeron la reducción del uso de energía eléctrica convencional gracias al empleo de la iluminación natural, de luces de bajo consumo y de dos motores cogeneradores de gas. También se efectuaron intervenciones para garantizar una perfecta gestión de las basuras, mientras que la ventilación pasiva del interior del estadio está garantizada sin necesidad de usar dispositivos mecánicos. También se ha prestado la máxima atención a la elección de los materiales de construcción: mínimo empleo de PVC y máximo uso de materiales sujetos a evaluación cíclica.
Las Olimpiadas de Sydney fueron las séptimas en las que participó Mondo de forma continuada. En esta ocasión se ocupó de las pistas y de las plataformas del Stadium Australia con el manto Sportflex Super X. La empresa italiana gestionó la supervisión y la construcción de la pista del Estadio Olímpico y de las pistas de calentamiento oficiales situadas en el área de Homebush Bay. Toda la construcción requirió dos años de trabajo. Como el Estadio Olímpico tenía que ser utilizado exclusivamente como lugar de competición, la calidad en cuanto a la resistencia elástica y la reactividad biomecánica de la pista fueron optimizadas para aumentar al máximo las prestaciones de los atletas durante las competiciones. Las pistas de entrenamiento se fabricaron con un material más blando para conseguir una excelente absorción elástica, ideal para los entrenamientos e idónea también para la población local una vez terminadas las Olimpiadas. Después de los Juegos la pista del Stadium Australia se reinstaló en el área de Homebush Bay. La superficie total de material instalado fue de 16.000 m2 aproximadamente. La pista de las Olimpiadas era roja, la zona para el salto de altura en el sur y las zonas internas del anillo de la pista eran de color beige, mientras que la zona exterior de la pista era de color verde.