¿Puede un edificio ser al mismo tiempo un estadio y una sala de conciertos? El Saitama Súper Arena, próximo a Tokio, gracias a un moderno sistema de movimiento de bloques, ha alcanzado niveles de flexibilidad y funcionalidad nunca vistos. En 2006 albergó los Mundiales de Baloncesto, que se jugaron sobre una superficie Mondo.
La idea de una estructura arquitectónica móvil, capaz de cambiar de forma según las exigencias del momento, fue un tema de discusión en Japón desde los años 60, cuando el arquitecto Kisho Kurokawa presentó su teoría del metabolismo, que preveía que las partes o los componentes integrados de un complejo arquitectónico podían cambiar dentro de una estructura expandible. De esas ideas nació el proyecto, obra del arquitecto y diseñador Dan Meis y de Ellerbe Becket, que culminó con la realización del Saitama Súper Arena, una instalación multifuncional que consta de tres edificios en uno y que, gracias a la estructura con muros, techos, asientos y pavimentos móviles, ha llevado al extremo el concepto de flexibilidad. La estructura cuenta con una gigantesca sección extraíble de asientos que se amplía o se reduce según los eventos que debe albergar: en pocos minutos se puede pasar de un estadio de 37.000 plazas sentadas a otro de 20.000 espectadores o a una sala de conciertos con 6.000 asientos. El proyecto de este superestadio ganó el prestigioso Business Week/Architectural Record Award por haber alcanzado metas válidas desde el punto de vista económico y organizativo a través del uso del diseño.
Lo que permite al edificio modificar su aspecto es el sistema de bloques que hace que la gigantesca estructura, de 15.000 toneladas de peso y 41 metros de altura, se desplace horizontalmente 70 metros llevando consigo 9.000 asientos y diferentes espacios, incluidos los baños. El sistema de bloques ofrece a los arquitectos una gran variedad de disposiciones del espacio y de los asientos. El espacio central se adapta para conciertos o ferias importantes, con un manto de césped artificial que ha permitido al Saitama Súper Arena ser el primer campo deportivo en Japón preparado para el fútbol americano. El estadio es ideal para practicar deportes indoor como baloncesto, tenis, gimnasia y boxeo, además de para albergar actuaciones musicales de cualquier género, con una acústica prácticamente perfecta. Finalmente está el espacio comunitario, un área que aprovecha al máximo la luz natural procedente del exterior y proporciona un amplio open space para eventos de distinto tipo, desde festivales a mercadillos. Para cada evento el Saitama Súper Arena ofrece el formato ideal y su diseño permite organizar eventos simultáneos.
El Saitama Súper Arena albergó en 2006 las semifinales y la final del Campeonato Mundial de Baloncesto Masculino, el evento FIBA más prestigioso organizado ese año en Japón. Para dotar al estadio del mejor pavimento posible para un evento de esa envergadura, los organizadores del Mundial recurrieron a Mondo. Además de instalar un pavimento Fast Break System 2 Wood, pavimento de madera desmontable estudiado para competiciones deportivas de alto nivel, Mondo suministró también los tableros electrónicos, los marcadores modelo Pegasus y los indicadores de posesión de tiempo de cuatro caras y bordes luminosos. La selección vencedora del torneo fue España, que ganó los nueve partidos disputados, incluida la final contra Grecia. La medalla de bronce fue para Estados Unidos.