Las Olimpiadas de Atenas 2004 fueron especiales no solo porque supusieron el regreso al lugar donde comenzaron las Olimpiadas de la Era Moderna en 1896, sino también porque registraron una serie de mejoras en las instalaciones y los equipamientos deportivos actuales. Un ejemplo es la pista Sportflex Super X Performance del Estadio Olímpico, suministrada por Mondo.
Incluso antes de las necesarias intervenciones de modernización realizadas para las Olimpiadas de Atenas 2004, el Estadio Olímpico de la capital griega se presentaba como una estructura de aspecto majestuoso. Proyectado en 1979, el estadio, cuyas obras de construcción comenzaron en enero de 1980, representó una de las obras arquitectónicas más interesantes de su época, gracias también a la serie de 34 pilares que se instalaron para soportar los graderíos. Una vez acabados los trabajos, la característica más evidente del nuevo estadio fue la existencia de los cuatro mástiles inclinados provistos de reflectores que se ciernen sobre el estadio, cada uno con una altura de 62 metros. Las obras acabaron en 1982, y en septiembre de ese año, el entonces presidente griego Kostantinos Karamanlis inauguró el nuevo estadio con ocasión de los Campeonatos Europeos de Atletismo, primer gran evento deportivo celebrado en el Estadio Olímpico. La estructura permaneció prácticamente sin variar hasta el verano de 2002 cuando, con vistas a las Olimpiadas de 2004, empezaron los trabajos de remodelación no solo del estadio sino de todo el Athens Olympic Sports Complex.
La intervención más importante y llamativa en el Estadio Olímpico de Atenas fue la instalación de la suntuosa cubierta, que lo transformó en una auténtica obra de arte arquitectónica. Aplicando las leyes de la física a un diseño libre, el arquitecto español Santiago Calatrava proyectó una cubierta que se presenta como una enorme trama de tubos de acero y vidrio azul, una estructura enorme de 304 metros de longitud, 206,7 metros de anchura y 72 metros de altura, con un peso total de 18.000 toneladas.
A pesar de las muchas críticas recibidas y del escepticismo que inicialmente rodeó al proyecto, la compleja instalación se terminó a tiempo para poder albergar sin problemas la ceremonia inaugural de las Olimpiadas de Atenas. Los trabajos terminaron el 30 de julio de 2004, apenas dos semanas antes del comienzo de los Juegos, condicionando el trabajo de quienes se estaban ocupando de la pista y de los equipamientos del interior del estadio. “Las obras para la instalación de la cubierta ralentizaron nuestro trabajo y tuvimos que ir a marchas forzadas para poder acabar a tiempo – recuerda Andrea Vallauri, responsable de la División de Deportes de Mondo -. Logramos ultimarlo todo cuando los atletas estaban a punto de llegar. Los problemas causados por la complejidad del montaje de la cubierta del estadio retrasaron al menos cuatro meses la puesta a punto de todo”.
La cubierta, proyectada para resistir vientos de hasta 120 km/h, está formada por dos semi-cubiertas que, una vez juntas, dejan libre una zona elíptica bajo la cual se encuentra el terreno de juego. Es interesante destacar cómo la estructura se apoya solo sobre los cuatro puntos en los que los arcos se cruzan, no teniendo ningún contacto con la estructura preexistente. Realizada en policarbonato, la parte transparente de la cubierta garantiza condiciones óptimas para los atletas y los espectadores durante las competiciones y además consiguió mejorar la iluminación y por consiguiente las retransmisiones televisivas. En un principio, Calatrava había pensado en el vidrio para los paneles transparentes, pero al final eligió un policarbonato especial, mucho más ligero que el vidrio. Por lo que respecta a la pista del Estadio Olímpico, Mondo suministró la superficie Sportflex Super X Performance. “Era toda una novedad - recuerda Vallauri - porque en aquella ocasión cambiamos la formulación y también modificamos ligeramente el diseño de la parte alveolar subyacente para mejorar aún más el producto. Por otra parte, los organizadores nos habían pedido que cambiáramos ligeramente el color rojo de la pista, oscureciéndolo un poco”. La solución Mondo utilizada para la pista del Estadio Olímpico fue la última evolución del manto Sportflex Super X, que posteriormente se utilizaría en las Olimpiadas de Pekín 2008, cuando Mondo suministró el pavimento Mondotrack.
El Estadio Olímpico se encuentra dentro del Olympic Athletic Center de Atenas, en el distrito de Marousi, que es conocido con el nombre de OAKA, por las iniciales de su nombre en griego.
Además del estadio, en esta zona hay otras cuatro instalaciones deportivas que, junto a otros puntos dedicados al deporte, constituyeron el corazón de las Olimpiadas del año 2004: el Indoor Hall, que durante los Juegos fue el estadio cubierto más grande que se estaba utilizando, albergando las competiciones de gimnasia artística y las finales del torneo de baloncesto, el Aquatic Centre, el Velódromo y el Tennis Centre. La construcción del complejo, empezada en 1980, tuvo un periodo de desarrollo bastante largo: el Velódromo y el Aquatic Centre se inauguraron en 1991, el Indoor Hall en 1995 y el Tennis Centre en 2004. Al igual que el Estadio Olímpico, también los otros centros del complejo OAKA entraron en el proyecto de renovación confiado al arquitecto Calatrava. Su objetivo principal era la búsqueda de la armonía y la homogeneidad de las distintas edificaciones desde un punto de vista arquitectónico. Entre las intervenciones estuvo la creación de cuatro nuevas plazas que representaban las entradas al OAKA, con un área común, el Ágora, inspirada en el lugar de encuentro de los antiguos griegos. Se realizó la Plaza de las Naciones, una especie de anfiteatro al aire libre capaz de contener a más de 300.000 personas y, en el borde de la plaza, se instaló el Nations Wall, una escultura de tubos de acero proyectada a modo de movimiento ondulatorio que pronto se convertiría en el símbolo de todo el complejo deportivo. Dentro del OAKA la intervención de Mondo fue de gran envergadura. “Además de la pista para el estadio, suministramos también el pavimento para las dos pistas de entrenamiento, todos los recorridos entre las pistas de entrenamiento, las áreas de calentamiento y la pista principal. Se utilizaron 30.000 m2 de pavimento sintético deportivo”, confirma Vallauri.
Para unir las dos pistas de entrenamiento a la pista principal los atletas tenían que recorrer unos pasillos que, para cumplir con el reglamento, tuvieron que ser cubiertos con el mismo material que el de la pista principal, de ese modo los atletas podían moverse con seguridad con las zapatillas con clavos.
En Atenas 2004, por primera vez Mondo suministró también los equipamientos de atletismo. “Produjimos una nueva serie llamada Atenas - comenta Vallauri -, con un diseño y un look muy especiales, y aquellos modelos se utilizaron en los años siguientes hasta los Mundiales de Daegu 2011, cuando usamos una nueva serie. La próxima serie, que se empleará durante las Olimpiadas 2012, se llamará Londres”. La inmejorable relación entre la empresa italiana y el Comité Organizador permitió a Mondo presentar un paquete que ofreciese además de los productos y los equipamientos, también una serie de servicios.
“La relación con el Comité Organizador fue inmejorable. Las personas con las que tratamos eran personas muy expertas. Era la primera Olimpiada en la que prestábamos asistencia técnica, nos ocupamos de la limpieza de los terrenos de juego, de las pistas y de las instalaciones, reparamos los materiales cuando era necesario y así sucesivamente. Ha sido un servicio integral muy apreciado que fue posible gracias a la relación inmejorable entablada con el Comité Organizador”, concluye Vallauri.